Igual que el sociólogo y los maestros deben modernizar sus enseñanzas para promulgar un modelo ciudadano donde no haya exclusiones de raza, color o creencia, el arquitecto debe crear ciudades donde ya no haya un centro para ricos y un extrarradio para trabajadores… donde no haya un barrio para excluídos al que tienen la osadía de llamar “las tres mil viviendas”, relegando a miles de personas a una vida que está muy lejos de los carteles de campaña política que rezan: “Sevilla, la ciudad de las personas…” “…de las personas que votan”, podríamos añadir. El siguiente texto forma parte de un ensayo sobre la exclusión en las ciudades de nuestro tiempo publicado en Sevilla en 2010, que intenta aportar algunas propuestas para repensar la ciudad desde una óptica más humana. Quien esté interesado en el tema, podrá encontrar al final del artículo un enlace para descargar el libro en formato pdf. Del 2 al 6 de octubre del 2000, 300 participantes de 35 países se reunieron en la Ciudad de México para discutir las estrategias de acción para la ciudad que queremos y formular propuestas dirigidas hacia los gobiernos nacionales, locales, así como las instancias internacionales (Naciones Unidas, Banco Mundial, OMC, etc.). Todos representaban a organizaciones vecinales, populares y pobladores urbanos. Se abordaron 6 ejes temáticos:
Durante dos días los 300 participantes se reunieron en alrededor de unos veinte talleres, cuyas propuestas se clasificaron en cuatro tipos:
1. VALORES Y PRINCIPIOS Para la construcción de un ideal colectivo los valores compartidos por los pobladores y las pobladoras son radicalmente opuestos a los valores del mercado y de aquellos que implica la globalización; Cuando los habitantes hablan de inclusión, el mercado habla de exclusión (de los que no pueden pagar). Cuando los habitantes hablan de libertad y autonomía, la globalización habla de dependencia (social y económica). Cuando los pobladores hablan de justicia social, dignidad y respeto mutuo, el mercado habla de injusticia. Cuando los pobladores hablan de construir un mundo unido, solidario, rico en diversidad, la globalización habla de un pensamiento único (tengo sed: Coca-Cola). Para la construcción de la ciudad democrática, los valores compartidos por los pobladores se oponen a los principios de una ciudad autoritaria. Cuando los pobladores hablan de ciudad democrática, no se trata solamente de una ciudad donde existen gobernantes democráticamente electos, sino más bien de una ciudad donde existen la solidaridad, la confianza, la reciprocidad, lo equidad, el sentido de la vida comunitaria y finalmente la autonomía de las organizaciones sociales. Para la construcción de la ciudad educadora, los valores de los pobladores están en el lado opuesto al de una educación privada y exclusiva, tal como está marcada la tendencia hoy en día. La educación no puede ser únicamente un negocio. Los pobladores defienden por el contrario, el respeto a la diversidad, reconocen el principio de igualdad para todos y todas, respetando las identidades culturales y defienden la educación pública gratuita, científica y laica. Para la construcción de una ciudad incluyente, los pobladores defienden también los valores de solidaridad, equidad y unidad. La ciudad de la exclusión es precisamente la ciudad del mercado y de las transnacionales que se apegan a estos valores. Para una ciudad habitable, sustentable productiva y segura, los pobladores promueven nuevos valores humanos y una ética popular distinta de la "ética liberal" dominante; una ética de solidaridad a todos los niveles, incluyendo a las víctimas de la violencia urbana. También es hacer consciencia de que la ciudad segura no puede basarse en la discriminación de ningún tipo. Si en Sevilla hay miedo de los gitanos y los sin techo, no podemos convertirla en segura eliminando directamente a las personas que, por etnia o por una mala situación social o económica, están generando estos miedos. Los valores y principios para el fortalecimiento organizativo caracterizan a las organizaciones sociales que deben ser plurales, construyen colectivos, son autónomas, democráticas, autogestionarias y no dogmáticas. 2. TRANSFORMAR En todos los ejes temáticos los pobladores mostraron una voluntad de transformar no solamente la sociedad sino más bien el pensamiento. La construcción de un ideal colectivo pasa por la valoración de las capacidades y la movilización de sus potencialidades. Las potencialidades de los pobladores son realmente poco aprovechadas por una sociedad de consumo y de mercado que considera a los pobladores como potenciales consumidores. El ideal colectivo no es el de consumir sino más bien el de evaluar-decidir-transformar a partir de la propia herencia cultural de la gente. Para transformar la ciudad actual en ciudad democrática, las propuestas de los pobladores giran en torno a la construcción del estado democrático, la reconstrucción del poder popular y el fortalecimiento de los espacios locales que son los municipios. Enfatizan la colaboración real entre los habitantes y los gobiernos locales, tanto en América Latina como en África, continentes en los que se basaron las jornadas de trabajo. La transformación de una ciudad en ciudad educadora implica la promoción y la aplicación de varios proyectos: proyectos autogestivos en diferentes campos (vivienda, microempresas, autoempleo. etc.) y el desarrollo de un proyecto educativo alternativo al neoliberal cuyo fin no es la ganancia sino ms bien la educación de todos. La promoción de proyectos colectivos para la reconstrucción de tejidos sociales que han sido destruidos por las políticas neoliberales. Las escuelas que se crean en los barrios parecen ser el principio de una educación alternativa. Para transformar una ciudad excluyente en una ciudad incluyente se debe proporcionar los medios para que las personas, independientemente de su condición de origen, tengan acceso al trabajo, a la educación, a la salud y a la vivienda. La propuesta es la de construir la ciudad desde abajo y desde la familia. Las propuestas transformadoras para una ciudad habitable, sustentable y productiva giran en torno a la agricultura urbana, la salud, los proyectos socioproductivos y las cooperativas. Existen propuestas alternativas muy concretas de los pobladores para la protección del medio ambiente que han venido impulsando desde más de 20 años. En cuanto a la ciudad segura, las propuestas de los habitantes giran en torno a impulsar procesos organizativos que incluyan la prevención de riesgos y la mitigación de desastres con la participación amplia de organizaciones sociales, académicas y organismos civiles y no gubernamentales. Las propuestas transformadoras para el fortalecimiento organizativo y estrategias internacionales presentadas por los pobladores militan a favor de la ocupación de tos espacios de decisión de las políticas públicas. Existen hasta ahora pocos espacios donde las organizaciones de pobladores puedan expresarse e incidir en las políticas. Cuando estos espacios existen, no están ocupados por las organizaciones sociales y las organizaciones del sector privado aprovechan para tomar un papel relevante. Otra propuesta es la de participar en los espacios internacionales abiertos por la ONU como el ECOSOC y Hábitat U, y de no ser posible, por las condiciones locales o internacionales, la participación está contemplada de manera alternativa. 3. APLICAR DERECHOS En lo referente al ideal colectivo, la propuesta es la información y lo concientización acerca de los derechos de los pobladores. Muchas veces, las autoridades no olvidan la aplicación de la ley, pero los derechos de los pobladores son omitidos sobre todo si ellos los desconocen. La construcción de la ciudad democrática no debe olvidarse de la defensa y la ampliación de los derechos adquiridos. Los pobladores siempre tienen que exigir al estado que garantice el cumplimiento de los derechos constitucionales de todos los habitantes (educación, salud, vivienda, trabajo). Una ciudad educadora implica la promoción del derecho a la información y la participación en la toma de decisiones sobre los asuntos públicos. Una ciudad incluyente implica respetar el derecho de las personas con discapacidad, los indígenas, las como el derecho a la vida de todas y todos los que habitan en ella y que por una razón u otra se han quedado excluidos de la ciudad. Las propuestas de los habitantes para una ciudad habitable en materia de derecho, giran en torno a la colectivización, socialización de este derecho: por ejemplo, se puede rescatar el derecho a la salud a partir de las experiencias comunitarias que los pobladores han desarrollado. También se tiene que buscar uno nueva legalidad para las actividades de la economía informal que considere los intereses populares. Por los mercados financieros, siempre se han buscado nuevas legalidades, para defender los intereses de los negocios. En cuanto al medio ambiente, hay que exigir a los gobiernos la aplicación de los reglamentos. Como estrategia de acción internacional, los pobladores proponen impulsar propuestas para transformar los marcos legales y normativos internacionales desde une perspectiva popular. Por ejemplo, el impulso de acuerdos y convenciones internacionales en contra de los desalojos, que fueron firmados por más de 144 pases en ECOSOC en Ginebra. La Carta Africana de los Habitantes y la Declaración de Belo Horizonte son pasos en este sentido. 4. ORGANIZARSE Desde el punto de vista del ideal colectivo, se prioriza la organización de la comunidad con el impulso de proyectos de desarrollo con la fijación de metas concretas que permitan realizar un objetivo mayor. La construcción de organizaciones democráticas contribuye a la construcción de la ciudad democrática. Pero también hay que contribuir a organizar gobiernos locales que se vinculen con organizaciones de pobladores. Las propuestas organizativas para la ciudad educadora giran en torno a impulsar en las organizaciones sociales la realización de eventos culturales, actividades sociales y de esparcimiento, rescatando las tradiciones barriales a fin de valorar y cuidar la historia y el entorno. También falta organizar propuestas educativos para los jóvenes, la educación para la salud popular y la promoción de la educación participativa como alternativa popular. Las propuestas organizativas para una ciudad incluyente recalcan que las organizaciones sociales deben ser incluyentes e incorporar a todas y todos, y deben incorporar la inclusión como referente esencial del trabajo cotidiano. Las propuestas organizativas para una ciudad habitable incluyen la creación de redes, la descentralización de servicios públicos, planes participativos de manejo de emergencia, articular experiencias y fortalecer a las organizaciones. Las propuestas organizativas para la acción internacional empiezan por reconocer todas las formas de organizaciones y luchas del mundo y fortalecer las articulaciones internacionales con organizaciones de pobladores existentes tales como el Frente Continental de Organizaciones Comunales (FCOC), la Secretaria Latinoamericana para la Vivienda Popular (SELVIP), el Grito de los Excluidos, etc. También la implementación de un proceso para establecer una alianza global basada en las organizaciones de la Asamblea Mundial de Pobladores. La propuesta es también ampliar las alianzas con organizaciones sindicales, campesinas, indígenas, ecologistas, de mujeres, gobiernos y poderes locales democráticos. El texto anterior es un extracto del libro "Miedo en la Ciudad", de Rafael Moreno, que podéis descargar gratuitamente desde aquí: http://www.bubok.es/libros/174566/Miedo-en-la-ciudad
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